¡¡¡VOLAR!!! UN SUEÑO HECHO REALIDAD

¿Cuantas veces tenemos sueños que nos parecen imposible que se hagan realidad? ¿Cuantas veces pasan por nuestra imaginación, ideas, pensamientos...que aunque a muchos le parezcan inicios de locura, uno siente en su interior la necesidad imperiosa de que se hagan realidad? Mis depósitos de adrenalina hace tiempo ya, que andaban goteando por la excesiva carga que soportaban. Sentía, es mas, pedía a gritos hacer algo, tener una emoción tan fuerte que me liberara de tan pesada carga. ¡Y de repente se hizo el milagro! Tengo la gran suerte de contar con muy pocos, pero muy grandes amigos incondicionales, que sienten, sufren y viven todo lo que me pasa...se alegran y ríen conmigo si estoy alegre, se preocupan y sufren mis problemas, como si fueran suyos propios...intentan en la medida de lo posible, ayudarme...proporcionarme momentos de evasión, para que desconecte de ese mundo que me absorbe, aunque solo sea por un rato. Por mucho que diga, no tengo palabras para agradecer las pequeñas y grandes cosas que, a lo largo de mi vida han hecho por mi...
Gracias a una pareja de estos amigos, he vivido la experiencia mas emocionante y placentera de mi vida. Se el esfuerzo que le costo económico, pero sobre todo, el gran esfuerzo que uno de ellos tuvo que hacer para no dejarme sola en la realización de uno de mis locos y anhelados sueños. De repente todo se hizo realidad, sin yo saberlo, sin sospechar lo mas mínimo, sin tener ni idea que esa invitación a pasar un día en el monte junto a un río, con un bocadillo y una coca cola (como tantas veces hemos hecho), en esta ocasión era la excusa para darme la mayor sorpresa de mi vida.
Salimos de casa e hicimos kilómetros y kilómetros y ni el monte ni el río aparecían...solo las inmensas y secas llanuras que caracterizan los territorios de la mancha. Mi ignorancia era tal, que solo me di cuenta de la sorpresa que me tenían preparada, cuando vi la avioneta delante de mis narices, los angares, los paracaídas y los instructores de vuelo...¡¡¡la sorpresa fue inmensa!!! ¡¡¡uno de mis grandes sueños lo tenia frente a mi, para hacerlo realidad!!! ¡¡¡no me lo podía creer!!!...la espera se hizo interminable...¡¡¡queria subir ya!!!
Pensé que en cualquier momento me pondría nerviosa, pero no fue así.
¡¡¡Por fin llego el momento!!! El instructor de vuelo nos llevo a la avioneta y nos explico todo, como nos teníamos que tirar, como iba a ser la caída libre desde 4.000 metros de altura, cuando se abría el paracaídas y como teníamos que tocar el suelo.Comenzamos a ponernos los monos especiales, los arneses...e iniciamos el vuelo que duro 20 minutos. Llegó el momento de tirarse...muy lejos de sentir el mínimo indicio de nervios, mi cuerpo solo irradiaba felicidad y en mi cara se dibujaba una sonrisa...
¡¡¡Por fin saltamos!!! No tengo palabras para describir lo que se siente en esa caída libre...caes a gran velocidad, pero a la vez planeas...los brazos abiertos, el cuerpo arqueado, el aire azotándote la cara...la sensación es de absoluta libertad...libertad de cuerpo, mente y espíritu...es algo que no se puede describir...¡hay que vivirlo!
A 1.500 metros del suelo se abre el paracaídas...a partir de ese momento y después de lo vivido, es un descenso tan suave, tan lento...se va disfrutando del paisaje, en el que en un principio no ves nada, solo nubes, cielo y una gran mancha marrón, pero muy lentamente ves como la tierra va tomando forma, como se va dibujando el paisaje ante nuestros ojos...hasta que tocas la tierra. ¡¡¡Maravilloso, pero demasiado corto!!! Mi sentimiento en todo momento fue de una inmensa sensación de libertad y paz.
Nos dimos un fuerte abrazo mi instructor de vuelo y yo y otro fuerte abrazo con mi compañero de vuelo...¡¡¡Sueño conseguido!!!

Aun no se me ha borrado la sonrisa de la cara. Solo puedo decir...GRACIAS...¡¡¡Nunca lo olvidare!!!

"Si lo puedes soñar...lo puedes hacer" (Walt Disney)