jueves, 25 de marzo de 2010

QUIERO...PERO NO PUEDO

Un dia cualquira,premeditado o por casualidad, llegamos al mundo y nuestros ojos por primera vez se abren a la vida, una vida que, dependiendo del seno en que se nace, del ambiente que nos rodea y de las circunstancias que se nos presenten a lo largo del camino, puede ser mas o menos incierta. Lo primero que hacemos es llorar, no se sabe si sera de alegria, o de pena o quizas de miedo...yo creo que es mas bien de tristeza por dejar el seno materno en el que seguramente debemos de sentirnos tremendamente seguros. Llegamos a la niñez que yo recuerdo, en la que, aunque la educación era mucho mas severa que lo es hoy en dia y sobre todo predominaba el respeto a nuestros mayores y teniamos mas deberes que derechos, yo la recuerdo como una infancia super felíz, viviendo en pleno campo, donde los jugetes eran escasos, pero si abundantes los que nos proporcionaba la propia naturaleza.
Despues llega la adolescencia, periodo de reveldia por el cual todos, en mayor o menor medida y en todos los tiempos, lo hemos pasado creyendo siempre que los que teniamos razón eramos nosotros y quien estaba equivocado era el resto del mundo.Y entonces llego el periodo de juventud, fiestas, amigos por doquier, charlas interminables,cuerpos que parecian no agotarse nunca, algunas obligaciones, pero a ser posible pocas, inicio en la vida laboral, el primer coche, miles de ilusiones y muchos desengaños...parecia propiamente que el tiempo se pararia en ese mismo instante. Pero no fue asi.Llego la madurez, porque maduro se es ¿a partir de cuanto? ¿40? ¿50? Creo que no hay una edad estandar para ello, hay personas que son maduras con 20 y otras que con 60 siguen siendo niños.En esta etapa de la vida, todo cambia por completo. Llueven las responsabilidades y los problemas, te agota el cansancio, apenas te queda tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas que te gustan y si me queda algun ratito libre y se me ocurre sentarme un poco a disfrutar de la lectura de algun libro, me quedo dormida en el sofá.¡Menudo plan de vida! Yo quiero ser pensionista, pero pensionista joven y con calidad de vida. Quiero no agobiarme tanto y disfrutar un poco mas de los pequeños placeres de la vida. Quiero que esta ansiedad que continuamente me va presionando y que me hace suspirar continuamente para no ahogarme, desaparezca de mi cuerpo y me deje respirar con libertad. Quiero tener aparte de obligaciones, de buenas composturas, de procurar que todo este bien y de que mi entorno funcione perfectamente...vivir, sencillamente vivir.
Si alguien lee estos pensamientos, siento haber estado tan deprimente. La verdad es que hoy no he tenido buen dia.

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"Quiero" Jorge Bucay. Escuchalo, es un placer para el oido y para la mente

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