domingo, 17 de abril de 2011

Recuerdos de niña...una parte de mi.

¡Aqui nací yo!
Ese atrio de baldosas raídas por el desgaste de los muchos años que anduvieron por ellas... esas paredes encaladas con cal disuelta en agua, que hacia que las blanqueara como la mejor pintura... esos geranios y flores variadas que adornaban la puerta y que a mi me parecían el mas bonito jardín...ese gorrión que tenia en la jaula, como la mas bonita mascota y que su piar era el mas bello para mi, de todos los pajaros cantores...esos polletes de obra que rodeaban toda la fachada de la casa, con tres tramos de escaleras que nos bajaban a la calle, todo de tierra, todo campo...y nos acercaban a un aljibe de bobeda inmenso,que nos suministraba el agua para todo uso, o a un pinar que teníamos enfrente, con sesenta pinos, que para mi era como un bosque...pero aun teníamos otro bosque mas grande detrás de la casa...¡ese, desde mis ojos de niña, si que era inmenso!. Habían un montón de olmos y por el centro pasaba una boquera de agua, que para mi imaginación era un río y por toda su orilla nacía hierbabuena en la época de primavera, impregnando con su aroma todos los rincones de mi bosque encantado, que unido al sonido de la corriente del agua y al piar de los gorriones, era el lugar ideal para perderme...y soñar...
¡En este entorno nací yo y ahí di mis primeros pasos!
Ahí crecí, jugué, reí, llore...en ese lugar que para mi siempre ha sido como un paraíso encantado.
Es cierto que de niño, todo lo grandificamos, lo que nos queda grabado en el rinconcito de recuerdos de la niñez, sobre todo si son buenos recuerdos, lo convertimos en algo inmensamente grande, y de eso nos damos cuenta, si lo volvemos a ver con nuestros ojos ya adultos. Pero eso, ya no va ha poder ser. El paso del tiempo y la mano del hombre, cambio todo ese entorno que antes describía. Por lo tanto mi recuerdo va a seguir intacto. Los recuerdos de todo lo que ha sido constructivo, de todo lo que nos ha hecho felices en nuestro camino recorrido por la vida, tenemos que conservarlos como oro en paño, porque eso nos permite revivirlos y no olvidarnos de que es bueno volver a ser un poco niños.

"Si dejo un buen recuerdo, sera lo único vivo que de mi quede".

5 comentarios:

  1. se te nota mucha añoranza en tus escrituras, te deseo que jamás se borren tus recuerdos más bonitos. por cierto, dónde estaba ese paraíso? en la puebla?

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  2. ¡¡¡Pues si!!! Este paraiso estaba en la finca del Arquillo y de ese lugar guardo muchos de los mejores recuerdos de mi vida.

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  3. La mayoria de las veces no hay ninguna relacion entre lo que ven los ojos de un niño y la vision que de un lugar tienen los adultos. En algun sitio lei que la velleza de un lugar o paisaje depende en un 50% de los ojos que lo miran. Nunca pierdas del recuerdo el paraiso encantado por el que corrieron un tiempo tus piernas de niña, y hoy recorren tus pensamientos de mujer.
    Un saludo de ertiopaco.

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  4. Es una lastima que la mano del hombre destruya gran parte de las cosas bellas que nos da la naturaleza,com el pinar del Arquillo.Yo tambien tengo buenos recuerdos,los domingos de merienda que pasabamos alli y la primera vez que me subi en un vespino,fue con tu hermano, que por cierto cuando llegue a mi casa mi madre me dio una "tunda" por haberme venido sola con el.¡¡¡Dios mio, como añoro yo tambien aquellos años!!!

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  5. Amiga...... me emociona cada palabra que escribes.... no dejes nunca de recordar y de soñar....... un beso muy fuerte.

    Maite.

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"Quiero" Jorge Bucay. Escuchalo, es un placer para el oido y para la mente

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