Me levante esta mañana, temprano como siempre, sin importarme si era festivo o no y salí a caminar...No hacia demasiado frío, pero me abrigue por si acaso...eran las 7.30 de la mañana. Me acompañaba también como siempre, mi perrito Tommy, al que también abrigue porque el pobrecito también tiene derecho a no pasar frío.Aun no había amanecido, dimos una vuelta por el pueblo aun solitario y oscuro, con la única luz de alguna que otra farola. Cuando empecé a ver que se dibujaban en el horizonte algunos tonos rojizos, nos dirigimos al campo, con la única intención de ver el amanecer. Aunque es algo que hago cada día día, no por ello deja de admirarme y de emocionarme. ¡Es una verdadera gozada! Camino en dirección al mar para no perderme ni un instante de esa maravilla. Cada día es diferente, aunque todo sea igual. Los colores, las sensaciones y la paz que siento en esos momentos no es comparable con nada. Ese es mi momento,silencio absoluto mientras voy viendo nacer un nuevo día, y mi único pensamiento es si tus ojos algún día estarán mirando ese mismo amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario